Cien lanchas varadas por las trabas

Por Viviana Miranda
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Las trabas comerciales del gobierno argentino siguen golpeando fuerte a la industria paraguaya. Cerca de 100 lanchas de la firma Astilleros Cavel están retenidas en la frontera entre Paraguay y Argentina por las trabas que impone el vecino país a los productos importados.

Ricardo Cazola, gerente general de la firma, dijo que las 100 lanchas de aluminio representan la mitad de la producción anual de la empresa. “Es la DJAI (Declaración Jurada Anticipada de Importación) que tiene desde hace cuatro meses retenidas las lanchas”, expresó.

Asimismo, indicó que para el 2016 contaban con un proyecto de ampliación de la fábrica con una inversión de 1 millón de dólares, sin embargo, si la situación regional no mejora no podrán realizar esa inyección. Comentó además que están negociando realizar esos envíos varados en la Argentina a destinos que requieren de otro tipo de productos como lo son Uruguay, Chile y Perú, pero por el momento solo son intenciones.

El empresario mencionó que todo el mes de junio y julio las ventas estuvieron paradas, pero ya para este mes se volvió a observar un repunte en las ventas de las lanchas de aluminio en un 30%. Dijo además que a todo eso se debe sumar la devaluación del peso y el real. Respecto al mercado brasileño señaló que para empresarios de ese país no es nada rentable por el momento importar lanchas paraguayas por la moneda.

Por otro lado, mencionó el descontrol que existe con la importación de lanchas de segunda mano, que llegan desde Estados Unidos. “El descontrol en las importaciones de lanchas hace que nuestros productos no sean muy atractivos, porque la gente que quiere va a traer con problemas lo arregla y ya”, agregó.

En promedio Astilleros Cavel produce 300 lanchas de aluminio por año. La firma además produce lanchas deportivas. El precio de las lanchas de aluminio va desde 2.500 dólares a 20.000 dólares, dependiendo de la capacidad, en tanto que las lanchas deportivas tienen un precio en promedio de 50.000 dólares.

Cazola explicó las ventajas del uso de las embarcaciones de aluminio, por ejemplo, cuentan con menos peso que las lanchas hechas a base de fibra de vidrio, consumen menos combustible y requieren de menos potencia de motor. En cambio las lanchas de fibra de vidrio están diseñadas para usuarios más exigentes, ya que estas cuentan con tapizados y complementos especiales que se fabrican de manera personalizada de acuerdo al pedido.
La fábrica cuenta con 5.000 m2 y emplea a unas 60 personas.LA NACION