La ministra y la fiscal verifican estado de “Neneco” en Tacumbú

La fiscal Quiñónez, la ministra Abed conversan con el director de Tacumbú. FOTO GENTILEZA
Una comitiva encabezada por la fiscal de de la Unidad Especializada de Antisecuestro, Sandra Quiñónez, y la ministra de Justicia, Sheila Abed, visitaron ayer a la Penitenciaría Nacional de Tacumbú para constatar las condiciones en que se encuentra Vilmar “Neneco” Acosta. La verificación se dio luego de las supuestas amenazas de muerte que el ex intendente de Ypehú ha recibido contra su persona al ingresar al penal.

Luego de ingresar a la celda donde se encuentra el acusado de ser autor moral del asesinato de Pablo Medina y Antonia Almada, la ministra de Justicia señaló que “se dieron las instrucciones de que se lo mantenga aislado y se controle su comida, que se lo acompañe en todo momento y que esté bien”.

Por otra parte, Abed señaló que no se constató la existencia de amenaza de muerte en su contra y negó que reciba un trato diferencial, sin embargo, las acciones de protección se realizan de manera preventiva ante cualquier eventualidad.

La secretaria de Estado indicó que “Neneco” no cuenta con ningún trato especial pero que las medidas preventivas fueron tomadas por tratarse de una persona de alto riesgo. “No hay ninguna atención diferenciada; él está aislado pero no tiene ninguna atención diferenciada. Por motivos de seguridad de una persona de alto riesgo, tenemos que asegurar que no se produzca ningún incidente”, aseguró.

Por su parte, la agente fiscal señaló que conversó brevemente con Vilmar y reafirmó que serán dadas las garantías de seguridad hacia su persona. Respecto a su celda, indicó que tiene las condiciones necesarias de un lugar básico dentro del penal, y agregó que “Neneco”, por su parte agradeció la atención de las autoridades.

Acosta se encuentra recluido en el penal de Tacumbú por orden judicial, a pesar de que su defensa pidió que vaya a la Agrupación Especializada, debido a supuestas amenazas que recibió el sindicado como autor moral de la muerte del periodista Pablo Medina y su asistente Antonia Almada. LA NACION