Biggest, tradicional restaurante cierra luego de dos décadas

Unos 20 empleados de lo que fuera el histórico restaurante Biggest quedaron a la deriva, tras la decisión de las dueñas Ana Lilian Aquino de Kuny y Erika Juny de no retornar al país y cerrar el local, dejando a personal que cumplía una antigüedad de entre 15 a 24 años sin ninguna indemnización.

El emblemático restau­rante de la zona céntrica cerró sus puertas este lunes tras más de dos décadas de servicio.

“Fuimos abandonados por nuestras patronas, sin nin­guna liquidación, perdimos nuestra antigüedad y ahora vamos a empezar de cero”, destacó Raquel Villamayor una de las ex funcionarias.

Los mismos recurrieron a varias instancias judicia­les, presentaron la denun­cia por estafa y esperan el apoyo del Estado.

UN NUEVO BIGGEST

De los 20 personales, va­rios decidieron desinte­grarse del grupo y ahora quedan 12 compañeros que decidieron retomar el ne­gocio por su propia cuenta, mudándose a otro lugar cercano y manteniendo la misma marca.

Comentaron que el nue­vo local lo abrirán a partir de diciembre, sobre 25 de Mayo y Yegros, ya que en donde se encuentran, el propietario no desea renovar el contrato argu­mentando que no confía en ellos ya que no hay una ca­beza en el grupo, según lo relatado por los afectados.

VENTAJAS

La expectativa positiva con la que cuentan, tanto los mozos, cocineras y de­más empleados que estira­ran el carro de una manera colectiva, es que aseguran tener la clientela formada, además de estar acostum­brados a manejarse de ma­nera independiente ya que ellos mismos se encarga­ban de administrar el local.

“Nosotros aprendimos a manejarnos y a admi­nistrar el propio local, vivíamos del día a día. La dueña venía sólo a llevar el dinero sin dejarnos para el gasto y cobrábamos todo atrasado”, destacó Cristian Rolón.

Otra de las ventajas que destacaron es que no dejan deudas ya que pagaban de manera regular todos los gastos que demandaba el restaurante. 5DIAS